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Esta función tiene como eje la idea de que el porno además de provocar excitación, es capaz de producir goce estético. Para gustos, los colores, y aquí cabe todo el espectro. En todos los cortometrajes proyectados hay una intención formal y simbólica que los relaciona, pero que hablan desde diferentes enfoques y  sujetos. Bienvenidos a «Saturaciones Pornográficas»:

Tschüss (Virar Films, Argentina, 2019)

Videoclip del proyecto VIRAR , integrado por Julián Merlo y Diego Stickar. Ambos fotógrafos y realizadores audiovisuales argentinos, que se han unido para generar contenido que aborda la pornografía desde un nuevo lugar, enfocándose en temáticas como el nudismo, el límite entre lo sensual, erótico, pornográfico, el exhibicionismo, voyerismo y prácticas no convencionales.
Este video nos muestra una aproximación al nudismo y la naturalización de los cuerpos, ya sea presentándolos como parte de una composición formal/espacial, o descomponiéndolos en partes que se conjugan en el movimiento; junto con la representación de acciones relacionadas con el placer: el tocar, el oler, el bailar.

Ritual Waves (Lina bembe, Alemania, 2019)

Cortometraje dirigido y performado por Lina Bembe, nos hace espectadoras de prácticas rituales de sanación centradas en la celebración de agencia sexual.
Un ambiente íntimo, introspectivo, donde cada elemento presente se vuelve simbólico al contacto con el agua y la cámara nos da cuenta de aquello, desdibujando las formas, haciéndonos parte de un orgasmo que fluye como una ola…

Human Botany (Four chambers, inglaterra, 2017)

Cortometraje realizado por el Proyecto colaborativo Four Chambers, encabezado por la performer Vex Ashley, con la intención de explorar el potencial estético y conceptual de la pornografía como un medio para ideas. En este cortometraje, se busca tratar a los cuerpos como botánica, en un acercamiento extremo, como una investigación científica gráfica que los muestra en su máxima intimidad, pero también los disocia y los hace anónimos. Son 9 performers imposibles de identificar, pues sólo conocemos partes de ellxs, en tomas que juegan con el foco y la luz y el detalle. Un montaje cuidado que relaciona escenas con imágenes botánicas y escenas de cuerpos en un close-up de alta definición, hace que este sea una pieza estéticamente cautivante, muy delicada a la vez que extraña, pegajosa y grotesca. Es, sin duda, un goce estético.

Forged Obsenities (Four Chambers, Inglaterra, 2019)

Esta es la primera parte de una serie en la que Four Chambers desarrolla ideas sobre la obscenidad, la censura, el cuerpo, el exceso y la restricción, la falsedad y la realidad; basada en el proceso alquímico del Magnus Opus (Gran Obra), que transforma una materia bruta en oro. Una metáfora que analiza la capacidad de relectura de ciertos actos y materias corporales considerados obscenos y “materia bruta”, que en el sexo pueden ser poderosos y trascendentes. El proceso, en términos simples, consta de 4 etapas: ennegrecer, emblanquecer, amarillear y enrojecer. En esta primera parte de la serie se explora el rojo y amarillo. Los materiales corporales y viscerales ligados a dichos colores, materiales usualmente considerados ‘inmorales’, usualmente censurados, considerados brutos y ofensivos; son transformados, trasmutados en elixir, oro, algo precioso. Alquimia cinematográfica. Lo profano y lo sagrado.
“Las personas suelen hablar del sexo en términos de ‘química’ pero, para mí, es siempre alquimia. Algo más abstracto y menos rígido. Conectando algo terrenal, mundano y bruto con la magia transcendental que puede traer el sexo. Lo sagrado y lo profano en uno.”

Un cortometraje que posee un bello tratamiento formal del color en escenas que entregan profundidad estética y simbólica al relato del acto sexual.

The Multiverse in a Mouthfuck (Jorge The Obscene, Alemania – Chile, 2019)

“El multiverso en una mamada” es un viaje metafísico de autodescubrimiento, desde los siete principios del Hermetismo hasta las siete claves para controlar nuestra realidad.

Jorge the Obscene nos lleva al interior de su mente y nos muestra de manera certera cómo los pensamientos juegan de manera simultánea al estar haciendo una mamada en un dark room. En un estado de trance, se sumerge en un viaje trascendental que lo conecta con la verdad del universo. Con una iluminación sugerente y música hipnótica, la subjetividad en la cámara y las imágenes simbólicas que nos conectan con su voz en off, hacen que este cortometraje sea, además de una gozada estética, un discurso introspectivo fantástico, con un ritmo y una estructura redonda; que nos hace entrar en su estado mental y vivir junto con él este viaje.

Tribute (Max Disgrace, Inglaterra, 2018)

Dirigido por Max Disgrace y performado por Max Disgrace y Lina Bembe, Tribute reimagina la idea de una zona de cruising (cancaneo) lesbiano en Londres, como respuesta al film “Sex, Lies, Religion” (1993) de Annette Kennerley.

La atmósfera atemporal y lejana que entrega el tratamiento de la imagen y el blanco & negro, junto con las escenas a corta distancia que muestran acciones de poder y sumisión, además del cuidado trabajo sonoro; hacen que este cortometraje tenga esta sensación de ensoñación y de nostalgia, como una fantasía erótica suspendida en el tiempo, una ilusión que nos revela el imaginario del cruising lésbico (casi inexistente en estos tiempos) donde se usa el cementerio del parque Abney en Stoke Newington, Londres (la zona histórica de cruising donde Annette Kennerley filmó su película décadas atrás) como escenario para esta libre expresión sexual filmada.

 

Rubix (Rubis Collective, Francia, 2018)

El Colectivo Rubis es un colectivo de artistas cuir con la intención de hacer pornografía gay con la narrativa como centro de la representación sexual. Ellos abogan por hacer las películas que quieren ver, donde “poner la narrativa en el sexo o el sexo en la narrativa”.

En Rubix nos encontramos con una historia que juega con lo onírico y sensorial a través del color y la estética retro, la caracterización de los personajes y el cambio de registro visual, que conecta al protagonista (un marinero solitario) con fantasías que se hacen tangibles en este lugar de libertad y promiscuidad. El Rubi es un universo rosa encendido, donde todo es posible.