Ya. El tiempo pasa y se fue el Festival de Sitges. He tenido la oportunidad de ver (casi) cuanta película quise ver, y necesito derramar en estas líneas todo lo que 25 largometrajes y 14 cortometrajes dieron de sí; porque, vamos, tanto que decir ahí guardado en la cabeza puede hacer mal! Pongámonos en ello…
Lo primero es una apreciación general, y si es que hubo algo asombroso (no siempre para bien, más bien casi siempre para mal) fue la extensión de los largos. Pocos duraron menos de 100 minutos, y menos aún justificaron las a veces más de 2 horas frente a la pantalla… podría suponer una suerte de urgencia por terminar un film al que, a pesar de tener casting famoso y una buena producción, le faltan unas tres vueltas al desarrollo de un guión, el que puede terminar no contando nada entre todo lo que intenta contarnos. Luego, joyas, las justas, pero suficientes como para terminar con una sonrisa al acabar uno de mis festivales favoritos…
Las Joyas
Convengamos que para ganarse el título de “joya”, una película tiene que conmover, ya sea a través de la estética o de la trama. Son esas que no se van de la cabeza al encender las luces y salir de la sala. Empiezo con ellas:
Las Buenas - buenas
Venga, que no pueden ser todas joyas, pero éstas valen la pena, y mucho:
Cortos, cortos
Agradezco haber visto la sesión completa de los cortos Nuevas Visiones, casi todos excelentes. Acá mis favoritos:
Las WTF
Hay pelis que de verdad son un poema en sí mismas… o no. De esas que no puedes decir que son malas… hasta que llegan esos 5 minutos que las dejan en el suelo. O puede ser que el guión te sorprenda, pero que no termine de cuajar para considerarla realmente buena… Incluso puede ser que no entiendas nada de lo que te están mostrando.En resumen, hay películas en que al final dices: WTF!.. Algunas como estas: