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Sitges 2019, explorando el límite de lo fantástico.

El 52º Festival internacional de Cine Fantástico de Sitges ha terminado y hemos decantado ya las caminatas, las colas interminables, las sesiones diarias y sobre todo la emoción de sumergirse en estos 10 días de cine fantástico en un escenario que nunca deja de encantarme. Y es que además de la programación que entrega el Festival, Sitges es un lugar hermoso que siempre sorprende con unos atardeceres cada día más bonitos.

Este año, mi recuento son 29 películas: 26 largos, 1 medio y 2 cortometrajes. Un montón… ¿Qué puedo decir de este banquete? Son varias cosas la que se pueden decir, por supuesto; pero creo que lo que puede resumir la visión general es que en este año la curatoría ha estado investigando un poco más allá de lo convencional, presentando al cine de autor que explora lo fantástico para contar algo que no sólo entretiene, sino que se cuestiona temas de actualidad desde lo que no entra como verosímil en nuestra realidad.

Muchos comentarios de pasillo han sido: «¿y dónde está el miedo? ¿Esta película es una porquería, alguien la entendió?, ¡en estas películas no pasa nada!», pero es que hay muchas (no todas, claro está) que tienen una intención que no es sólo entretener y mantener en tensión al público. Incluso, yo diría que el concepto que impregna a la mayoría de las que vi y disfruté, es la sutileza.

Algo que me ha llamado la atención, es la cantidad de películas de origen francés y belga, que tienen en común una estética particular y un punto de vista que confluyen en esta sensación de delicadeza en el relato. No digo que todas sean buenas películas; pero es curioso que se salga con una sensación similar de cada una de ellas. Lo mismo con las películas nórdicas, es imposible no reconocer su ambiente, la manera de contar sus historias y esa distancia emocional que se torna tan exótica y tan reconocible al mismo tiempo.

Por supuesto que no logré ver todas las películas. Es imposible. De las ganadoras, sólo tuve la oportunidad de ver 3 y “El Hoyo”, la gran ganadora, me queda pendiente.  Pero de las que vi, hay unas cuantas que devoré con gusto, y otras que aún no logro digerir por completo. Aquí está mi resumen:

 

Las Joyas

Las joyas son esas que sabes que darán de qué hablar y que te conmueven. Mis favoritas de esta versión.

Las Algo Hay Ahí.

Venga, que no pueden ser todas joyas, pero éstas valen la pena, y mucho:

Las WTF

Son esas pelis en las que al acabarlas, piensas: ¿qué es lo que acabo de ver?