Las WTF 2019

Eso sí, hay que darle crédito a la primera escena, que es tremenda y promete lo que nunca llegará: Una cámara lenta que se pasea por grupo de hombres de todos los tipos y colores, serios, masturbándose y esperando bajo una luz roja, esperando ser elevados a la categoría de macho tras eyacular en un bukakke. También hay una escena bien lograda, que muestra una performance de sexo grupal que sobrecoge, no gracias a sus protagonistas (con la misma gracia y desplante escénico de un actor porno), sino gracias al único personaje femenino que tiene nombre (Tampa, personificado dignamente por Tonya Cornelisse) y que es de una tristeza brutal… tristeza que no tengo tan claro que sea percibida por todo el público de manera general.

Ahora hablemos del subtexto de la película. Es interesante cuestionarse la idea de éxito de los personajes principales y pensar qué tan incrustada está en la sociedad actual, básicamente porque es nefasta: “seré popular y todas me querrán porque soy una estrella porno y me las he follado a todas, entonces encontraré a mi mujer, que me amará el resto de la vida”. Soñar con la posesión, donde el arma es el falo y la conquista es la admiración de sus pares y el deseo de la mujer; totalmente invisibilizada como persona y transformada en un trofeo o en un pedazo de carne.

 Tengo aún la duda si esta película pretende decir algo sobre la masculinidad tóxica relacionada con el porno mainstream, el machismo y la cosificación de la mujer (quiero pensar que el hecho de que casi ningún personaje femenino tiene ni nombre ni importancia es por algo más que indiferencia), o es una visión corta y superficial de este trágico episodio de horror. Quiero pensar que sí, pero es una apuesta y un deseo más que una aseveración.

La primera historia tiene su punto cuando nos encontramos con la protagonista con unas tetas gigantescas y que, en vez de pezones, tenía ojos: los culpables de todos sus sufrimientos, porque no había hombre que no saliera corriendo. Ok, ok. Luego que las lágrimas de esos ojos transformaran a una araña albina en un monstruo asesino que mata a prostitutas parisinas (el contexto nos lo da un mal acento francés y todo el cliché de París) mientras ella duerme. Uf! un argumento que puede ser divertido, siempre cuando todo se conjugue para que así sea… pero no.

Una estética de película porno, mala iluminación, cámara descuidada, actuaciones aún peores; en fin, todo confluyendo para que lo que provoque sea carcajadas de incredulidad. Y es que ¿esto es una sátira? Quiero pensar que sí, pero tenemos que comprobarlo. Entramos nuevamente con la presentadora, lo único medianamente logrado en esto que no puede catalogarse, buen maquillaje, la mejor fotografía y escenografía de toda la película. Ella es una especie de “guardián de la cripta” en clave sexy que nos presenta cada historia. Veamos qué nos da la segunda historia… Horror. Quiere ser un thriller de una asesina desfigurada que quiere apropiarse de la belleza de las caras de sus víctimas; pero termina siendo una especie de footage de goce testosterónico al ver chicas semidesnudas bailando en un caño al son de la música compuesta por el mismísimo Danzing. Escenas largas, larguísimas, sin argumento alguno y de gusto dudoso. Acá ya la risa dura menos, porque chiste repetido sale podrido; pero algo -no sabemos qué- nos mantiene sentados en esas butacas esperando que acabe ya esto que no podemos definir con las palabras justas. Acaba la segunda historia (sin realmente terminar, donde al parecer la vencedora es la asesina) y nuestra presentadora nos entrega el pase de la tercera y última historia. Al empezar pensamos: «ok, por lo menos hay exteriores»; pero aquí la heroína es una mujer sedienta de sangre y juventud, lo que nos condena a un loop de imágenes de esta mujer “bañándose en sangre” y mirándose al espejo, que se repite sin sentido alguno, en una especie de intento de hipnosis que roza el límite entre la risa y la rabia.

Llega el momento final de la despedida, un alivio y una pregunta: ¿por qué me he quedado a ver esta película completa? Yo creo que todos los que estábamos ahí nos preguntamos lo mismo, sin embargo, casi ninguno se atrevió a salir de ahí antes de que acabara.

Sin duda es una película indescriptible, muy cercano a lo que provocó “the Room” en su tiempo. La duda está en si este director nos ha tomado el pelo conscientemente con este ejercicio horroroso, o si ha sido realizada como un homenaje genuino a los directores del cine de terror italiano y europeo del que Danzing dice ser fan. Tengo miedo de creer lo segundo, porque nos muestra a un personaje que vive en un mundo paralelo, con una especie de obsesión sexual por jóvenes strippers y que deslegitima por completo su visión de la oscuridad que envuelve su música, algo que lo ha acompañado toda su vida. El tiempo nos dirá si esto que hemos presenciado queda como un archivo de culto o desaparece en la memoria de los que tuvimos la (mala) suerte de verlo.

Hasta aquí tenemos en consideración que este es el primer largometraje del director, y que se nota: hay una cantidad no menor de escenas innecesarias y efectos repetidos pueden obviarse, lo mismo con las escenas un poco pretenciosas en cuanto a planos simétricos, puramente estéticos y muy largos. OK, pero la necesidad de abarcarlo todo en cuanto a géneros del horror, no.  Está el lugar terrorífico, la oscuridad de los personajes, la maldad de la madre, el médico sádico, el terror psicológico, el escape… ¿es necesario meter a fuerza algo más? Al terminar la película, lo que me queda en la cabeza es una gran y luminoso: ¿PARA QUÉ? Si hay algo que hacer con esta película es depurar, sacar todo eso que sobra, porque, aunque lo italiano suele ser exuberante, aquí más no es mejor. Y el final… el final (bajo mi punto de vista) termina de matar todo lo que se construyó débilmente durante los anteriores 105 minutos.

Es una comedia absurda, que tiene sus puntos de humor bien logrados y de personajes que son entrañables, pero que se pierde a medida que va avanzando. Mi pregunta es: ¿es necesaria la historia romántica para cerrar la película? Yo creo que no. Y es precisamente eso lo que hace que esta película entre en esta categoría.